El otro día, caminaba por Parque Bustamante cuando vi el auto de una empresa llamada Bioils, me llamó la atención porque hace tiempo me estaba preguntando qué hacer con el aceite que ocupo en mi casa. Y me puse a investigar... ¿Tiras el aceite que usas en la cocina por el lavaplatos o al desagüe? GRAVE ERROR.
El residuo de aceite usado de cocina (RAUC) es uno de los principales factores de contaminación del agua. Un litro de residuos de aceite puede contaminar hasta mil litros de agua, dejando una capa que dificulta el paso del oxigeno y por ende, afecta a la vida de miles de seres vivos y altera el ecosistema.
Hasta el momento un porcentaje de la población ha decidido reutilizar los pocos de aceite que utilizan en sus comidas y/o juntar los restos ocupados en envases o recipientes cerrados. Si bien es la mejor solución que tirar el aceite por la cañería, ésta no es demasiado eficaz, ya que cuando el camión recolector llega a recoger la basura, los envases son igualmente comprimidos y aplastados, vertiendo el aceite… directo en la basura.
NUNCA botes el aceite al desagüe, pero si ya lo utilizaste lo suficiente y no puedes reciclarlo, guárdalo en una botella.
Por suerte, ya se están implementando nuevas soluciones, en Chile existen algunos lugares que han logrado el reciclaje de ciertos aceites, por ejemplo en la comuna de La Pintana se presentó la iniciativa de convertir el aceite de cocina en biodiesel.
También nos encontramos con una empresa llamada Bioils, que recicla aceites que son acondicionados y transformados en insumos para la industria química quien la utiliza posteriormente para la elaboración de jabones, detergentes, velas, aceites industriales, agentes desmoldantes, masillas, y biocombustibles en el mercado nacional como en el internacional. Esta empresa ofrece un sistema de reciclaje domiciliario:
- Una vez usado el aceite, enfriar y filtrar.
- Trasvasijar en botellas plásticas y mantener bien cerradas.
- Disponer en los puntos verdes ubicados en su localidad.
- Bioils retirará para su disposición.
Si el aceite es reciclado contribuye a la conservación del medio ambiente, disminuye el consumo de combustibles fósiles al producir biodiesel, que reduce las emisiones producidas por los procesos de combustión y se degrada de manera natural. El aceite vegetal usado, no apto para el consumo alimenticio, puede ser reutilizado para fabricar jabones, fertilizantes y biocombustibles.
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